Casa en Pembrokeshire (Gales), de Future Systems





Durante veinticinco años un parlamentario británico millonario, Bob Marshall-Andrews, pasó las vacaciones en un viejo barracón del ejército. Indudablemente, el valor de la construcción se hallaba en su ubicación: Sobre el acantilado de un parque natural en la costa sudoeste de Gales. Éste es un entorno idílico, altamente protegido, por lo que lo común es denegar la licencia de obras a los vecinos. Ni tan siquiera se les permite ampliar sus viviendas con delicadas estructuras acristaladas.
A pesar de estas circunstancias, y consciente además del posible escándalo de favoritismo, el parlamentario contactó con el estudio de arquitectura Future Systems con el fin de sustituir el viejo barracón por una casa donde vivir su retiro. El énfasis del encargo era conseguir a toda costa un proyecto legalizado.

El Parque Nacional de Pembrokeshire
El terreno perteneciente a Bob Marshall-Andrews y su esposa Gill queda a tan sólo ciento cincuenta metros del mar, sobre el acantilado Druidston, frente a la bahía St Bride. Es un lugar espectacular, enclavado en medio de uno de los parques más bellos de Gales, que se ha mantenido intacto desde 1949. Se extiende a lo largo de una costa abrupta de más de trescientos kilómetros, que se identifica por un carácter diverso, desde sus altos acantilados a las largas playas abiertas, las bahías protegidas, sus marismas y las dunas. El parque puede recorrerse por el sendero que lo cruza a lo largo y desde el mismo se divisan las islas cercanas, que también están protegidas. Entre ellas destacan Skomer, Skokholm, Ramsey, Grasholm y Caldey, todas ellas internacionalmente conocidas entre los amantes de la ornitología por su variedad de aves marinas, además de su importante población de focas.
Hacía años desde que el matrimonio Marshall-Andrews compró aquel terreno. En él se alzaba un barracón militar abandonado, que tiempos atrás fue utilizado como refugio, y que ellos rehabilitaron para pasar las vacaciones con sus dos hijos. Con el paso del tiempo, la estructura comenzó a entrar en ruina, y fue entonces cuando decidieron encargar a Jan Kaplicky y Amanda Levete, arquitectos fundadores de Future Systems, la nueva casa para sus vacaciones.

Una casa invisible
Lo restrictivo de la normativa vigente en el parque natural sobre cualquier tipo de construcción había llegado a generar entre los vecinos la creencia de la imposibilidad de actuar sobre el paisaje. Con ello, los arquitectos afrontaron la casa desde un diseño que no restase atención alguna a los principales protagonistas: la naturaleza y su fauna. Ése sería el único modo de conseguir el anhelado permiso de obras.
Para evitar el riesgo de obtener un dictamen desfavorable por parte de las autoridades locales, los arquitectos proyectaron una casa que no pudiese ser tachada de guardar distancia con el paisaje. Su planteamiento fue el de construir hacia abajo, excavando para reforzar al máximo su relación con el terreno. Éste fue un gesto que recuerda a los arcaicos métodos de construcción del norte de Escandinavia, cuando se alzaban los anchos muros de las casas a base de capas superpuestas de tierra y césped; una técnica que mantiene la cohesión de la tierra gracias a las raíces, además de proporcionar gran aislamiento térmico y un camuflaje completo con el terreno.
Los arquitectos respondieron, por tanto, creando una casa apenas visible en el paisaje. Desde lo lejos, la casa adopta la forma de un montículo con un frente acristalado al mar. Primeramente, Kaplicky y Levete excavaron el lugar y sobre el mismo tendieron una cubierta formada por una membrana de paneles contrachapados, con perfil aerodinámico, sobre la que se plantó césped. La estructura consiste en vigas de anillos de acero que sujetan el techo y eliminan, por tanto, la necesidad de columnas interiores.
En aquel paraje donde el camino es muy estrecho y, además, se adapta a la accidentada orografía lugar, no se podían acercar al terreno con los grandes camiones empleados convencionalmente en la construcción. Haciendo uso de toda su experiencia con tecnología sofisticada, Jan Kaplicky y Amanda Levete consideraron que lo menos perjudicial a la delicada naturaleza del parque sería prefabricar la casa en pequeños componentes y traerlos al lugar listos para ser ensamblados. Así, incluso elementos como los cuartos de baño fueron construidos en taller, para ser colocados ya en el lugar como si se tratasen de pantallas entre el salón central y los dormitorios. Todos los servicios de la cocina están incorporados en una estructura prefabricada de madera, que se incorpora a la casa de modo autónomo, sin tocar el techo, para percibir el espacio interior ligero y luminoso.
La planta de la vivienda es muy sencilla, con una informalidad que refleja el estilo de vía de sus habitantes: Un estar en torno a una chimenea central y con vistas al horizonte. Es un interior de curvas orgánicas que surgen como continuación de la naturaleza circundante. Dentro de él, un único espacio con sólo las unidades prefabricadas separando los dormitorios de la zona de día, y en ésta, un gran sofá construido desde donde se tiene una relación constante con la naturaleza, con los pájaros en los acantilados, con la luz cambiante y con el color del mar.
Por fuera, el paseante que disfruta del escenario a lo largo del sendero del Parque Nacional de Pembrokeshire confunde esta casa de vacaciones con la naturaleza misma. Es como un montículo cubierto de hierba que deja inalterado el paisaje circundante, sin líneas visibles que delimiten la parcela ni el jardín. Sólo el frente de vidrio, dibujado por una delgada estructura de acero inoxidable, que actúa como una extensión del habitante mismo: Es como un ojo que mira al mar y a la vida.
Para las autoridades locales, fue difícil encontrar argumentos en contra a la hora de otorgar el permiso de obras de la casa. De hecho, desde una foto aérea, esta casa de vacaciones no se hace visible en el paisaje, al igual que tampoco se podía percibir, camuflado en el paisaje, el refugio militar que sustituye.

Fotografía: Future Systems
Pie de fotos:
a. Jan Kaplicky (1937) y Amanda Levete (1955), arquitectos fundadores del estudio Future Systems.
b. La respuesta al lugar de la Casa en Gales (1994-96) tuvo la aprobación inmediata de los arquitectos locales.
c. Toda la casa tiene un carácter biológico que se muestra tanto en su estructura, con una viga de acero en forma de anillo y un techo de contrachapado con forma aerodinámica.
d. Los arquitectos respondieron con un proyecto de casa que apenas fuese visible en el paisaje.
e. La planta de la vivienda es muy sencilla, con una informalidad que refleja el estilo de vía de sus habitantes, con un estar en torno a una chimenea central y vistas al horizonte
f. El frente de vidrio es como un ojo más que mira al mar y a la vida.
g+h+i. Con el paso del tiempo, el césped ha llegado a cubrir la construcción, como si se tratase de un búnker en tiempo de guerra o de una ruina romántica.