Villa Eila en Guinea, de Heikkinen + Komonen




Eila Kivekäs, antropóloga finlandesa y fundadora de una asociación para el desarrollo en África, encargó a los arquitectos Heikkinen + Komonen el proyecto de su casa en Guinea. La elección no causó gran sorpresa por tratarse de un estudio finlandés, sino por ser autores de un tipo de arquitectura altamente tecnológica. Markku Komonen y Mikko Heikkinen han alcanzado prestigio internacional mediante un currículum repleto de edificios sofisticados, que abarcan desde la sede central de MacDonald en Helsinki hasta la terminal de aeropuerto en Rovaniemi, pasando por la Embajada de Finlandia en Washington.
A pesar de la enorme distancia cultural existente entre el trabajo de los arquitectos y la realidad de la República de Guinea, la línea de pensamiento seguida durante el proyecto hizo que Eila, al ver su casa acabada, se deshiciese en lágrimas de emoción.

Eila Kivekäs (1931-1999)
La vida de Eila Kivekäs fue intensa hasta el mismo momento de su muerte en 1999, cuando organizaba la celebración del décimo aniversario de la organización no gubernamental que fundó para el desarrollo en Guinea. Su abuelo fue un zapatero artesano que un día compró un par de zapatos hechos a máquina con el fin de descuartizarlos y analizar la técnica de su fabricación en serie. Al poco tiempo fue pionero en la industria finlandesa del calzado y llegó a reunir una gran fortuna. Cien años más tarde, esa fortuna, ya en las manos de su nieta, ha sido invertida en Guinea, un país muy necesitado y en el que la esperanza media de vida tan sólo alcanza los 40 años.
Fue el estudioso guineano Alpha Diallo quien provocó la curiosidad y el interés de Eila por África. Se conocieron cuando la Sociedad Literaria Finlandesa lo invitó para dar una conferencia sobre la traducción que él mismo realizó de la epopeya nacional finlandesa, el Kalevala, a su lengua nativa fulani. Desgraciadamente Diallo murió de una enfermedad hereditaria durante la visita a Finlandia. Eila se encargó personalmente de repatriar el cuerpo del difunto, viajó a Guinea y, a su vuelta, organizó exposiciones sobre diversos aspectos culturales del África Occidental. Su ímpetu le llevó a fundar, en 1989, la Asociación de Desarrollo Índigo, que centra su labor en Mali, un pueblo de mil habitantes, rodeado por las montañas Futa Djalon, al noreste del país. Por respeto a la tradición local, Eila adoptó el nombre del color índigo para representar el espíritu de la Asociación. (Es costumbre en Guinea un modelo de colaboración laboral en el que los hombres tejen telas que las mujeres tiñen con tinte añil). Un marcado objetivo de esta Asociación era, por tanto, el de promover el estatus de las mujeres, además de educar y mejorar la sanidad y la nutrición de la población.

Villa Eila
La elección de los arquitectos Heikkinen y Komonen estuvo determinada por una serie de encuentros en diversos actos culturales. Además de comprender sus obras, Eila los trató profesionalmente cuando, a principios de los ochenta, estos arquitectos realizaron el proyecto para convertir la mansión de su abuelo en un centro cultural. Años más tarde, cuando ella comenzó su labor en África, les pidió el diseño de una pequeña casa con unas necesidades básicas y un par de habitaciones de invitados, que sería construida en una ladera orientada al oeste, a las afueras de Mali.
Al proyectar la casa, los arquitectos se sintieron necesitados de familiarizarse con la cultura de Guinea y sus condiciones climáticas. Además de la precaria condición económica, ellos conocieron de primera mano que también existe una gran preocupación por proteger el medio ambiente y promocionar métodos constructivos tradicionales. A pesar de que la quema de árboles para ganar terreno agrícola y para la cocción de ladrillos sean métodos de cultivo y de construcción muy comunes, estas prácticas son ilegales en un país con un ecosistema tan amenazado. Más aún, la importación de materiales y el transporte pesado también deberían ser los mínimos. Las planchas metálicas onduladas y el hormigón, aun siendo elementos de alto coste y con propiedades de aislamiento térmico tan pésimas, han llegado a suplantar técnicas de construcción tradicionales ecológicamente sostenibles.
El principal material ecológico utilizado por Komonen y Heikkinen fue, sin duda alguna, la “terre stabilisée” o tierra compactada sin cocer. El proceso consiste en añadir el 5% de cemento a una selección de arcillas húmedas y prensar, manualmente, la mezcla en forma de bloques para construir muros. Esta técnica local que se beneficia de una mano de obra tradicionalmente cualificada, además de ser factible en casi en todo el país, no requiere quemar madera ni emplea electricidad durante el proceso de construcción. Las tejas de la vivienda, de tan sólo 8 milímetros de grosor, también están ejecutadas con esa misma mezcla, reforzada con fibra de sisal procedente de pitas; el pavimento consiste en baldosas de terracota realizadas por mujeres del poblado diestras en alfarería; el parasol de la larga fachada es una mampara de bambú entretejido y unos muros de piedra aterrazan un jardín de frutales y arbustos floridos.
Del mismo modo que los paisajes y las gentes de Guinea causaron fuerte impresión en Eila, los arquitectos fueron receptivos con las características del lugar. La casa transpira en el clima tropical y dispone sus estancias como unidades independientes a lo largo de un porche abierto al horizonte montañoso del oeste. Lejos de imponer valores de la Europa post-industrial, ésta es una arquitectura de asimilación y mestizaje, evita la exclusión y utiliza los recursos existentes para preservar la cultura y costumbres del lugar.
La Villa Eila materializa la importancia de utilizar lo disponible y muestra cómo los usos de espacios y cualidades de los elementos construidos transmiten una cultura, tan distante de nuestras condiciones occidentales, pero tan noble, que nos genera un completo juego de emociones.

Pie de fotos:
a. Mikko Heikkinen (n. 1949) y Markku Komonen (n. 1945).
b+d. Bajo un tejado paralelo a la ladera, las estancias de la casa se disponen en distintas unidades con ventilación cruzada.
c. Una mano de obra tradicionalmente cualificada realizó los bloques de tierra compactada sin cocer.
e+f. La fachada Este actúa como un velo de bambú entrelazado que filtra el sol de la mañana.
g+h+i. Los espacios interiores de la villa Eila son tan nobles como los objetivos de la asociación Índigo.