La Casa Mourmans en Bélgica, de Ettore Sottsass



Cuando el arquitecto holandés Ernest Mourmans encargó el proyecto de su casa al colega y amigo, Ettore Sottsass, tuvo que advertirle de sus dos hermosas colecciones. La familia Mourmans posee numerosas obras de arte y una selección de aves vivas en extinción, que, por supuesto, requerían de una atención especial a la hora de imaginar el proyecto. Aunando estas dos colecciones tan distintas, Sottsass fue capaz de proponer una vivienda que iba más allá de ser la casa para un coleccionista: La vivienda resultante es una construcción a imagen del coleccionista.

La relación entre Mourmans y Sottsass
El hecho de vivir ambos arquitectos en dos países distintos no les ha impedido colaborar durante años diseñando mobiliario. Ernest Mourmans, quien posee una de las escasas galerías que aún produce su propio diseño de muebles, recibe los dibujos de Sottsass y entonces se encarga de resolver problemas como, por ejemplo, el de encontrar un grosor específico del acero o dónde conseguir fundir unas piezas de bronce.
Como resultado de este entendimiento mutuo durante el proceso de diseño, fue natural que Mourmans se encargase de la dirección de obras de la casa. Él poseía una parcela de 1.100 metros cuadrados que había comprado en Lanaken, un pequeño pueblo belga cercano a la frontera holandesa de Maastricht. Junto a unos bosques de la periferia de la ciudad, el lugar era ideal para instalar sus colecciones. Siguiendo su habitual método de diseño, en 1996, Mourmans remitió a Sottsass el programa de la vivienda; un listado de lo que sería una casa espaciosa con cinco dormitorios y estudios, una biblioteca, cuatro plazas de garaje y una piscina, además de la petición de incorporar sus colecciones. Una vez entendida la complejidad del encargo, Sottsass elaboró los dibujos e instrucciones que envió a Mourmans para que él mismo se construyese su propia casa.

Aunando las colecciones y la familia
Durante la búsqueda de mecanismos para afrontar tal inusual cohabitación de aves vivas con obras de arte, en lugar de seguir el característico proyecto que aísla la galería del aviario, Sottsass proyectó un único espacio en una secuencia de pabellones interconectados. De esa forma consiguió entrelazar las diferentes construcciones hasta producir, visualmente, solapamientos del interior con el exterior, así como entre cada una de las colecciones y el día a día de la familia. Los pabellones tienen vistas y salidas al exterior desde la planta baja, donde se localizan la sala de estar y los dormitorios. En el piso superior, desde la cocina y la biblioteca que se encuentran sobre el dormitorio principal y la sala de estar respectivamente, también se mantiene el solapamiento visual. Las terrazas abiertas al jardín, los árboles plantados entre los estanques, y los tres aviarios de cristal agregados a la casa, todo ello, contribuye a que la arquitectura se funda con las colecciones y a que la familia interaccione con ellas.

Materiales extraordinarios
Sottsass usó materiales locales en el exterior para diferenciar los pabellones, tales como ladrillos de colores vitrificados, cubiertas metálicas, además de los revestimientos de azulejos y pizarra. En el interior, se juega con un único material por pabellón: mármol azul brasileño para la gran galería y el hall de entrada, maderas exóticas para empanelar las paredes del guardarropa, azulejos hechos de encargo para los baños y la cocina, mármoles caprichosos para las chimeneas, y una escalera construida con madera de limonero en la sala de estar. Todos estos son materiales extraordinarios también utilizados en muchos de los muebles que Sottsass y su colaboradora, Johanna Grawunder, diseñaron para la casa y que se integraron perfectamente con la colección de arte de Mourmans. Por otro lado, su colección creció todavía más al encargar a distintos artistas obras que completan casa. Entre ellas se incluyen el mural para la piscina realizado por Helmut Newton, una cama diseñada por Issey Miyake, una lámpara Flavin y un mural de Francesco Clemente.
Con esta casa, Ernest Mourmans y su familia unieron sus vidas a sus colecciones. Las aves y los objetos, que bien podrían pertenecer a un parque natural y a un museo respectivamente, conformaron una vivienda que muestra cómo sus moradores comparten y participan de su entorno.

Pie de fotos:
a. Ettore Sottsass (n. 1917), arquitecto fundador del grupo Memphis.
b. Sottsass realizó un boceto de la casa que parece construir la mente del coleccionista.
c. Las terrazas abiertas al jardín, los árboles plantados entre los estanques y los aviarios de cristal contribuyen a que la familia interacciones con todos estos elementos. (FOTÓGRAFO: JEAN-PIERRE GABRIEL)
d. Planta baja de la Casa Mourmans (2001): 1. Entrada, 2. Salón, 3. Estudio, 4. Dormitorio principal, 5. Baño, 6. Aviario, 7. Terraza, 8. Cuarto de niños, 9. Galería, 10. Biblioteca y estar, 11. Garaje, 12. Piscina.
e+f. Una serie de pabellones interconectados permiten la cohabitación de tan dispares colecciones. (FOTÓGRAFO: JEAN-PIERRE GABRIEL)